Betta Splendens un gran peleador
El Betta Splendens, también conocido como “luchador de Siam” es un pez de agua dulce que se ha hecho muy popular entre los amantes de los peces.
Es nativo de Asia: Camboya, Laos, Tailandia, Indonesia, Myanmar y Vietnam. También introducido en los países vecinos de Singapur y Malasia, donde está ampliamente establecido. Además, se conocen datos de su inserción en Brasil, Colombia y República Dominicana.
Características
Son peces de un gran colorido y fina estructura, que gracias a una crianza selectiva se presentan en gran variedad de colores (veteado, camboyano, mariposa, azulado, rojo, chocolate). También tienen diversas formas de aletas, igual pasa con las colas que varían desde el tipo vela hasta tipo “media luna”.
Los Bettas alcanzan un tamaño aproximado de 6 cm y tienen un período de vida de aproximadamente 3 años.
Existe una clara diferencia entre machos y hembras ya que estas no poseen la vistosa apariencia del macho.

Los Bettas son omnívoros, aunque prefieren alimentarse como carnívoros, especialmente de organismos vivos como zooplancton, larvas de mosquitos y otros insectos.
Además, tienen una curiosa característica, pueden conseguir oxígeno fuera del agua, respirando a través de un órgano llamado “laberinto”, esto también los define como pertenecientes a la familia de los laberíntidos.
Carácter del Betta
Los machos son muy territoriales, muy agresivos entre ellos, por eso no se deben introducir varios machos juntos en un acuario. Son tan agresivos que en algunos países asiáticos se realizan peleas, similares a las peleas de gallos, dónde ponen a los peces a pelear entre si y se apuesta por el resultado.
Tampoco es aconsejable tener Bettas con peces de tallas pequeñas como el Neón, o con colas particularmente largas y amplias como el Guppy, es muy probable que se conviertan en víctimas de su carácter depredador.
Debido a esta naturaleza agresiva, los otros peces que compartan el acuario con los Betta deben ser elegidos cuidadosamente. Además, las aletas del Betta suelen ser blanco de peces muy voraces como los Barbos Tigre y hay que evitar estas combinaciones.
Las hembras también pueden ser territoriales, pero usualmente las peleas entre ellas no son tan graves, pueden o no coexistir dependiendo de su temperamento.
El acuario para el Betta Splendens
Para mantener un Betta individual, necesitarás un tanque con un mínimo de 10 litros, con filtro y calentador (si la temperatura desciende de 26 °C.). Lo ideal es una temperatura de 25-28 °C, temperaturas más bajas disminuyen el metabolismo del Betta y acortan su esperanza de vida.
La base del tanque deberá tener una capa fina (con espesor de 5 mm) de grava. Elementos decorativos como piedras o plantas, sirven a los animales como escondites y deben estar libres de áreas rugosas o puntas afiladas que puedan dañar las delicadas escamas del Betta. Las plantas mejoran la calidad del agua y favorecen un comportamiento más natural de los peces.
El agua debe cambiarse cada 1 a 2 semanas en un 20% (los cambios de agua frecuentes y totales estresan al pez).
Gracias a que el Betta puede conseguir oxígeno respirando fuera del agua, no es necesario mantener en movimiento la superficie de ésta, las fuertes corrientes en el acuario lo estresan.
Realmente el mejor acuario para un Betta es uno de 20 o 40 litros donde se sienta a gusto para mostrar todo su esplendor.
Reproducción
Para reproducirse el macho construye un “nido” flotante, suspendido entre plantas, creado con burbujas. Terminada esta obra que requiere más de 3 días, invitará a la hembra a aparearse extendiendo sus aletas y llevándola bajo el nido, donde procede a “abrazarla” varias veces, repitiendo con varias pausas.
Cada vez la hembra pondrá cerca de una decena de huevos, el macho los fecunda y los coloca en el nido de burbujas. Luego del desove se recomienda retirar la hembra ya que esta podría comerse los huevos o ser agredida por el macho.
El macho se encarga de cuidar del nido hasta el nacimiento de los alevines que debe ocurrir entre 24 y 48 horas tras la puesta.
Después del cuarto día, cuando empiecen a nadar solos, se debe retirar al macho para que no se convierta en una amenaza. A partir del mes de vida pueden comenzar la alimentación igual que la del adulto.
Hay que tener especial cuidado a las tres semanas de vida, cuando tomarán aire de la superficie por primera vez para desarrollar el laberinto. Si la temperatura del aire entre el agua y la tapa del acuario es distinta que la del agua, es posible que mueran, por eso es importantísimo abrir la tapa lo menos posible.
A los tres meses, cuando empiece a distinguir machos de hembras debe separar a los machos para que no se peleen.